Lo de los sueños autorreferentes ya no es raro. En este sueño estoy buscando una calle. Una calle de edificios altos. Me voy quedando dormida por las esquinas (nunca fue tan cierto) y tengo que hacer grandes esfuerzos por seguir ahí, caminando en el sueño.
Realidad. La persiana está subida. Y duermo orientada hacia ella. A las 9 de la mañana ya entra bastante luz. Soy semiconsciente de la hora e intento despertarme pero no lo consigo. Hasta aquí nada nuevo.
Sueño. Empiezo a dirigirme, sin querer, hacia las afueras de la ciudad, con casas más bajitas y el cielo ocupando gran parte de la visión. Llegado un cierto punto me irrito y digo, literalmente: "como siga dormida mirando a la ventana no encontraré la calle nunca...no soy más que una canica a la deriva bajo el cielo azul".
Aparte del tonillo dramático y del hecho de hablar de la realidad explícitamente, me mosquea la palabra canica; yo normalmente uso bolindre.
6 de noviembre de 2009
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