11 de agosto de 2007

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"Pero -dice Gorgias-, si fuesen cognoscibles las cosas, ¿cómo podrían ser comunicadas a otro? En efecto, ¿cómo alguien podría manifestar a otro con la palabra lo que ha visto? Del mismo modo que la vista no puede conocer los sonidos, así tampoco el oído puede oír los colores, sino los sonidos. Ahora bien, el que habla no expresa en sus palabras ni un color ni una cosa. Y uno no concibe cómo podría captarlos mediante la palabra de otro o mediante algún símbolo distinto de la cosa, sino, si se trata de un color, viéndolo y, si de un sonido, oyéndolo.
En efecto, el que habla no manifiesta en modo alguno en sus palabras ni un sonido ni un color, sino palabras, por lo que no es posible pensar un color sino verlo, ni pensar un sonido, sino oírlo. Y, aunque fuera posible conocer y decir lo conocido, ¿cómo el que escucha podría pensar lo mismo? Pues no es posible que lo mismo esté al mismo tiempo en muchos, que además están separados entre ellos, ya que lo uno se haría dos.
Y, si lo mismo pudiera estar en más de un sujeto, nada obliga a que se lo representes como semejante, dado que no son ellos semejantes en su totalidad y que no tienen las mismas características. Pues, si tuvieran las mismas características serían un solo sujeto y no dos.
Además, un solo sujeto no se nos presenta teniendo sensaciones semejantes al mismo tiempo, sino que las del oído son distintas de las de la vista, y por otra parte las sensaciones son diferentes en el presente y en el pasado. En consecuencia, difícilmente un sujeto tendrá sensaciones idénticas a las de otro diferente."

De Melisso, Xenophane et Gorgia, V-VI, 979
[Contexto: Nihilismo]