6 de septiembre de 2007

Luna de verano. Brillante. Metálica.

Un gesto, una imagen, una palabra.. y de repente recuerdas algo que no sabías que existía. “El corazón era el primero en moverse, el último en morir” (hablando de ideas pasadas)(*). Las ideas van más allá, en el antes y el después. Los sentimientos…no lo digas, el tiempo es un agente pasivo.
Desafiando al falso olvido, no quiero trampas…cada cosa no sólo vive en sí misma. Cuántas hojas serán mantel, cuántas canciones nuevos testigos...la mejor forma de disociar un sentimiento es profanar el objeto evocador. Sin venganza, ni orgullo, ni maldad...el olvido está vacío de todo.


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(*)Alvar Martínez, en Redes

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