25 de mayo de 2012


Sensaciones diurnas en espacios transitorios.
Carreteras silenciosas con derrapes de atardecer que apenas dan tiempo a levantar la cabeza. Pájaros que se van de tu ventana y cantan escondidos en azul lejano. La boca que habla antes de pensar, la mano que escribe antes de... Torpeza agitada. El falso eco del grito mudo de un corazón desnudo en un cerebro frustrado.
Entre giros, confusiones, cansancio..la noche se echa encima. La oscuridad homogeneiza el contraste saturante por exceso de estímulos hasta el nuevo día. Un ladrido familiar que no logras situar sin luz...ahí, allí. Hay algún nexo en mi mente entre lugares tranquilos y sus ruidos nocturnos que refuerza su naturaleza.

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